El Cardenal Administrador Apostólico de Valencia ha presidido la Santa Misa en la fiesta de la Conversión de San Pablo, centro del Año Jubilar Paulino, rodeado de emigrantes que llevaron más de treinta banderas de sus países de origen, precedidas por las de España y de Valencia, hasta el coro de la Catedral. Cantos y preces en diferentes lenguas, desde el guaraní al ucraniano, han animado la celebración, que ha tenido un momento de gran intensidad cuando cuatro emigrantes, a petición del Sr. Cardenal, han manifestado los problemas que les aquejan en estos momentos. Por otra parte, niños de los cinco continentes han participado en la presentación de las ofrendas y, antes de la Comunión, 20 inmigrantes con trajes típicos de sus países de origen han subido al altar para recibir la paz del Cardenal, que han distribuido luego a todos los presentes, entre los que se encontraban autoridades del Consell y del Cuerpo Consular. La celebración ha seguido luego en la plaza de la Mare de Déu con un recital de cantos y danzas de diferentes naciones.